En
Palencia, hay un conocido personaje, Fernandito “el librero”, que
acude a todos los actos y eventos. Siempre en la primera fila.
Siempre en la foto.
Desde
hace años, no hay manifestación que se precie en la que no ondee
añorante la bandera republicana: contra el paro, contra la
corrupción, contra las reformas educativas, contra los recortes, en
solidaridad con las víctimas de conflictos sociales cercanos o de
guerras lejanas... La bandera republicana es como la capa de superman
(y éste, la república).
Según los antiguos griegos, padres de la teoría política sobre las
diferentes formas de gobierno, España no es una monarquía (el
gobierno de uno) sino una democracia (el gobierno del pueblo).
Nuestro monarca, Felipe VI, no tiene ningún poder de gobierno, sino
que es el pueblo soberano quien rige a través de unos representantes
políticos a los que elige periódicamente. El rey, pues, no reina,
sólo (y esto no es moco de pavo) representa si
mbólicamente a toda
la nación.
Efectivamente, si representa a España, somos los españoles los que
decidimos quién queremos que nos represente. Así se hizo en el
referéndum para ratificar la Constitución en 1978, que nombraba a
la casa real a tal efecto, con D. Juan carlos como Jefe de Estado,
que no de gobierno. ¿Esto es inamovible? por supuesto que no.
Ahora bien, ¿es una prioridad en este momento? Lo cierto es que en
general no se cuestiona cómo ejerce la casa real su papel, sino el
hecho de que no es “democrática” su elección (a pesar del
citado referendum) por tener un cariz hereditario (menos mal que
madre no hay más que una porque a D. Juan Carlos se le atribuyen
habitualmente dos padres, D. Juan y Franco, ¡y lo que le cuesta
quitarse de encima el muerto!).
¿Es el sentir republicano el de la mayoría de los españoles? Pues
parece ser que no. A pesar de la intensa campaña mediática de la
consulta “referéndum real ya”, a penas 81.000 personas
manifestaron su opinión, eso sí, apoyando casi en su totalidad que
el jefe de estado se elija por sufragio universal.
Es decir, menos de un 0,22% del electorado secundó esta consulta.
Probablemente por su carácter casi lúdico. Pero no nos engañemos,
los que se excusen en eso olvidan que una intensa campaña mediática
(además de un mensaje pegadizo, cual canción del verano) le dio a
Podemos 5 eurodiputados.
La consulta era también cuando menos un poco singular dado que sólo
daba la opción de que el jefe de estado fuera elegido por sufragio
universal. Existen diferentes tipos de repúblicas (y no todas
democráticas); por lo que habría que preguntar si... ¿queremos que
sea a su vez jefe de gobierno como en la república estadounidense o
chilena, por ejemplo? ¿o preferimos que sean independientes, como en
la república alemana o italiana? ¿queremos que se elija por
sufragio universal o que sea el parlamento (que recodemos que nos
representa democráticamente) u otra institución quien lo nombre? Y
ya puestos, ¿quién puede optar a ese puesto? ¿será necesaria
alguna formación? Particularmente me gustaría que se eligiese por
concurso-oposición, a fin de cuentas es un funcionario... (¡ups!,
qué poco democrático suena eso... es verdad, deberíamos elegir a
todos funcionarios públicos mediante sufragio universal)
La gran pregunta es, ¿y el 99,78% restante son monárquicos? ¿dónde
estaban, pues, el día del nombramiento de Felipe VI? Quizás es
mucho especular, pero a la mayor parte de la gente el debate
monarquía-república le trae al pairo. Y no porque seamos un pueblo
inmaduro y manipulable o apático y hastiado, sino porque, como decía
antes, ¿es una prioridad en este momento? La II república fue
sinónimo de democracia y partidos como el PSOE apoyaron a los
partidos republicanos porque en ese momento respondía a una
necesidad real, pero ya estamos en democracia... ¿qué apotaría
ahora?
La República se ha convertido en un mito, se han olvidado sus
fallos con su trágica muerte. Pero no tiene superpoderes. Muchos,
como yo, cuando van a una manifestación es para apoyar el lema que
la convoca y no quiere que se mezclen churras con merinas, porque
sabemos que los superhéroes están en los comics y que en la
realidad somos nosotros los que tenemos que buscar las soluciones,
luchando para que la democracia sea efectiva y no un cheque en blanco
que se entrega al gobierno de turno y que eso implica esfuerzo y
responsabilidad personal. Como Fernandito tenemos que estar ahí,
aunque no salgamos en la foto.